Prédica: 2 Timóteo 2.8-13
Leituras: Rute 1.1-19a e Lucas 17.11-19
Autor: Eugênio Araya
Data Litúrgica: 21º Domingo após Pentecostes
Data da Pregação: 25/10/1998
Proclamar Libertação – Volume: XXIII
1. Introducción
Este texto corresponde al ano C del Leccionario Ecuménico y lo acompanan Rut l.l-19a y Lucas 17.11-19.
Buscar el hilo rojo que una a los três textos resulta algo difícil y, posiblemente, forzado. Quizá pueda servir el versículo de aclamación, tomado de Isaías 25.5: Se dirá aquel dia: Ahí teneis a nuestro Dios: esperamos que nos salve; nos regocijamos y nos alegramos por su salvación.
Si solo nos fïjamos en este versículo está claro que la intención es de resaltar la llegada de la salvación que procede de Dios. Es una confesión de fé en donde se reconoce a Dios como el gran liberador. También encontramos esta confesión en el texto de 2 Timóteo, pero eso no está tan claro en Rut, a excepción del versículo 16b: Tu Dios será mi Dios. Por cierto está más claro en el Evangelio de Lucas al hablar de los diez leprosos, no tanto en el hecho de la sanación de ellos, sino en el único leproso que vuelve a darle las gracias a Jesus y pone su cara en la tierra, señal de reconocimiento de la divinidad. Jesus, después de referirse a los otros nueve que nada agradecieron, lê dice al samaritano: Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
Al leer el texto de la segunda carta a Timóteo, que se centra en los versículos 11 y 12, podemos pensar que aquello que sirve de unión a los três textos es la fidelidad.
Fidelidad es una palabra que en casi todos los idiomas de Europa occidental, a excepción de los germanos, procede del latín (fidelitas-atis). Lealtad, obediência de la fé que debe uno a otro, lo define el Diccionario de la Real Academia Espanola. Y esta palabra a su vez proviene de fides, fé. Para ser fiel, (fidelis, que también procede de la misma raiz) es necesario tener fé (fides). Esa fe-confianza, de la que Lutero coloca como base de la justifïcación. La fé no es otra cosa que la conjianza en la misericórdia prometida (Melanchton). Y la fidelidad es la lealtad a esa promesa. Es el reconocer la acción salvífica y apegarse a ella.
De fidelidad podemos califïcar la acción de Rut con Noemi. Una fidelidad que lleva a confiar en el Dios de Noemi. También la actitud del leproso del Evangelio la podemos calificar de fidelidad. El hombre confia en aquel que lo ha ayudado y reconoce su divinidad. Fidelidad es el confiar y colocarse en las manos de Dios a pesar de todo lo que nos pueda ocurrir por confesar nuestra fé. La fé no es una póliza de seguro, por el contrario, es un riesgo, un salto; pero no es un riesgo a ciegas ni un salto en el vacío, sino que es un riesgo con Cristo y un salto en Cristo.
La fé es creer y creer no es experimentar, no es ver, sino que contra toda experiência y contra todo lo visible, arriesgarse sobre la única base de la promesa de Dios en Jesucristo (Althaus). Fe y Dios van juntos (Lutero, Catecismo Mayor, I Mandamiento). Y ese reconocer por médio de la fé es obra de la gracia de Dios en el hombre. Y en esto se centra el texto de 2 Timóteo 2. 8-13.
2. El texto – el autor y el destinatário
Un estúdio exegético de este texto aparece hecho por la pastora Mercedes Garcia Bachmann en el volúmen XV de Proclamar Libertação, pp. 198-201. La pregunta que se nos presenta es : fue el apóstol Pablo el autor de este texto y era su viejo companero de viajes, Timóteo, el destinario de esta carta? Es difícil decirlo. Timóteo era (en la época en que se habría escrito esta carta, si ella fuera de Pablo) el obispo de Éfeso. Pero existen dificultades para poder asegurar que las así llamadas Cartas Pastorales hayan sido escritas por el apóstol. Primero, resulta difícil hacer encajar estas cartas en la vida de Pablo si nos basamos en los datos que nos entrega el Libro de Hechos de los Apostoles. La única posibilidad es que se habrían escrito después del arresto de Pablo, y el Libro de Hechos termina, justamente, con ese arresto. Además, se hace referencia en estas cartas a errores pastorales que no serían conocidos hasta el siglo II. Otra cosa, el estilo y el vocabulário son diferentes a los que se encuentran en las epístolas consideradas autenticamente paulinas. Pero, de todos modos, haya sido Pablo el autor o un discípulo de él, las cartas tienen, indudablemente, el espíritu paulino. Llama la atención como cada carta vuelve a tomar temas que Pablo ha utilizado en otras, como para dar énfasis a la autoria del apóstol.
3. 2 Timóteo 2.8-11 y otras cartas paulinas
Vemos que en cada versículo de este trozo se hace mención a un hecho ya tocado en alguna carta de Pablo:
2 Tm 2.8: descendiente de David.
Rm 1.3: naciddo del linaje de David según la carne.
2 Tm 2.8: según mi Evangelio.
Rm 2.16: según mi Evangelio por Cristo Jesus.
Rm 16.25: conforme al Evangelio mío y la predicación de Jesucristo.
2 Tm 2.9: la Palabra de Dios no está encadenada.
Fp 1.12: lo que me ha sucedido contribuye más al progreso del Evangelio.
Fp 1.14: Y la mayor parte de los hermanos, alentados en el Senor por mis cadenas, tienen mayor intrepidez en anunciar sin temor la Palabra.
2 Tm 2.10: por eso soporto todo por los elegidos.
2 Co 1.5: Así pues, como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, igualmente abunda también por Cristo nuestra consolación.
2 Co 1.6: Si somos atribulados, lo somos para consuelo y salvación vuestra; si somos consolados, lo somos para el consuelo vuestro, que hace soportar com paciência los mismos sufrimientos que también nosotros suportamos.
2 Co 4.12: de modo que la muerte actua en nosotros, mas en vosotros la vida.
Cl 1.24: Ahora me alegro de los padecimientos que soporto por vosotros y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo que es su Iglesia.
2 Tm 2.11: Si hemos muerto con él, también viviremos con él.
Rm 6.3: Cando fuimos bautizados en Cristo Jesus, fuimos bautizados en su muerte.
Rm 6.4: Fuimos, pues, sepultados por el bautismo en la muerte, afm de que al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por médio de la gloria delPadre, así también nosotros vivamos una vida nueva.
Rm 6.8: Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
2 Tm 2.12: si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él.
Cl 3.3: Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros aparecereis gloriosos con él.
l Co 15.42: Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción.
l Co 15.43: Se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza.
l Co 15.44: se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.
2 Tm 2.12: si le negamos, también él nos negará.
Mt 10.33: quien me niegue ante los hombres, le negaréyo también ante mi Padre que está en los cielos.
4. Preparación para la prédica
Parece que lo que se debe recalcar al predicar este texto seria el tener ante Dios, por médio de Jesucristo, una fé absoluta. Eso no quiere decir una fé que no dude, porque nuestra fé es como el padre del muchacho epiléptico que encontramos en el Evangelio de Marcos (9.14-29) que dice: Creo, ayuda mi poca fe! Creer aunque las dudas nos atormenten. Confiar solamente en Jesucristo y en su promesa. Como seria nuestra vida si no confiáramos en Jesucristo como nuestro Senor? Por fé podremos soportar muchas cosas que sin ella nos seria imposible, porque hay veces que hasta la iglesia nos resulta difícil. Muchas veces se escucha decir: He perdido mi fé por culpa de los curas (o pastores). Pero si se tiene fé en Jesus, nuestro Senor y salvador, nuestro hermano, podemos damos cuenta que lo único que importa es estar con Cristo; lo demás es lo de menos. Procuremos que nosotros no seamos obstáculos en la fé de los otros fieles en Cristo Jesus y que nosotros no seamos un problema serio en la aceptación de la Iglesia. Por eso será conveniente, como comienza esta parte del texto: Acordamos de Jesucristo , resucitado de entre los muertos. Hay una canción de Lucien Deiss, busado en este texto, y que se canta en nuestras iglesias y que dice: Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los muertos. El es nuestra salvación, nuestra gloria para siempre… Y continua todo aquello que leemos en el v. 8 de esta carta. Es una canción hermosa y que sintetiza toda una forma de vivir. Vivir la fé en Cristo. El vivir con Cristo y vivir en alegria van juntos. Sin Cristo resulta imposible ser feliz, al menos para los que se han criado en la fé cristiana. Cristo es lo central, lo demás quizá está demás.
5. Subsídios litúrgicos
Oración de colecta: Senor, Todopoderoso y Misericordioso Dios y Padre, te suplicamos que nos des la fé que vence almundo y que permite que nos podamos entregar completamente a ti. Haz que podamos conocer a Jesucristo como nuestro verdadero Salvador y como nuestro hermano. Escúchanos por intermédio de Jesucristo, quien contigo y con el Espíritu Santo han instaurado el Reino de Dios en este mundo. Dios Todopoderoso, tu le das sentido a nuestras vidas y crés y serás nuestra única fuerza y nuestro único refugio. Por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de Ia Iglesia: Señor, te damos gracias porque tu mensaje es válido para el hombre de hoy. Entendemos que todo aquel que te reconoce como el Senor resucitado de la muerte es una pcrsona justificada. Sabemos que contigo moriremos y contigo resucitaremos. Experimentamos en nosotros que esta fé nos hace más fuerte que todos los poderes de este mundo. Muchas cosas en nuestras vidas parecen decir lo contrario, pera la fé puede ver aquello que está oculto a nuestros ojos. Te pedimos que esa fé llene al mundo. Danos esa fé que no nos deja llenarnos de temor ante la incredulidad de este mundo y ayúdanos en nuestra incredulidad. Que cuando nos asalte la duda no se cierren nuestros corazones sino que junto a ti no temamos. Ayúdanos con tu Espíritu Santo para que podamos tener la seguridad de que podemos vencer al mundo y esperar confiados la venida de tu Reino. Amén.
6. Bibliografia
COMENTÁRIOS BÍBLICOS SAN JERÓNIMO. Madrid : Cristiandad, 1972. Tomo IV.
JEREMIAS, Joachim. Epístolas a Timóteo y Tito. Madrid : Fax, 1970.
SCHLATTER, Adolf. Die Briefe an die Thessalonicher, Philipper, Thimotheus und Titus. Stuttgart : Calwer, 1984. (Erläuterungen zum Neuen Testament, 8).
Proclamar Libertação 23
Editora Sinodal e Escola Superior de Teologia