Prédica: João 10.1-10
Leituras: Salmo 23 e I Pedro 2.19-25
Autor: Rocio Morales
Data Litúrgica: 4º Domingo de Páscoa
Data da Pregação: 21/04/2002
Proclamar Libertação – Volume: XXVII
Tema: Páscoa
1. Introducción
En el barrio donde vivo, frecuentemente vienen unas ovejas “urbanas” a pastar. Y no he podido dejar de notar que estas viven mejor que las personas. Nunca están solas, por lo menos buscan la compañía de otras ovejas para ir a comer, no pelean, y cuando uno las mira dentro del redil puede observar cierta paz, tranquilidad y hasta comunión.
Por el contrario, los colombianos vivimos en medio de una situación de violencia generalizada, que no sólo se puede resumir en el conflicto armado. Lo que podemos observar actualmente es que cada uno de nosotros busca un redil para si, cada uno quiere “vivir” su propia vida, y si es posible no compartir su pan, “su pasto”, con otros que se le vengan a acercar. Vivimos como ovejas descarriadas, que no sabemos para donde coger, a quien realmente escuchar. Muchas veces la voz de Dios más parece la voz de un extraño del cual huimos.
Creo que este no es un problema exclusivo de los colombianos, sino de la humanidad en general, pero que en nuestro contexto latinoamericano se muestra más dramático. Por eso creo que el texto de Juan 10 puede ayudarnos a reflexionar sobre nuestra condición.
2. Texto
Juan 10:1-10 ya fue comentado por René Krüger en el PL 21, que medita sobre el texto también para el cuarto domingo de Pascua. Quisiera recomendar su lectura ya que allí encontramos un análisis y detalles exegéticos del texto que sobraría repetir aquí. Sin embargo me gustaría comentar lo siguiente:
v. 1 – Este versículo nos coloca en la tónica del contexto: la polémica con los “ladrones y bandidos”, aquellos “que ven y van a ser cegados” (9:39). Esta es la motivación de la parábola (v. 1-5), que no tiene que ser explicada en todos los detalles, sino que mantiene un punto de comparación con la realidad. En este caso sería “en el campo de la pertenencia al Hijo de Dios, su reconocimiento y seguimiento, tal como las ovejas reconocen y siguen a su pastor” (Krüger, p. 135).
v. 2-5 – En oposición a los ladrones, se presenta la figura del legítimo pastor de las ovejas, como aquel que tiene entrada franca por la puerta y es reconocido por ellas (lo que puede ser entendido como una alusión al ciego que recobró la visión, y pudo reconocer en Jesús al enviado de Dios. Jn 9:30-33).
v. 6 – Aquí se da la transición para la explicación de Jesús. En verdad hay dos explicaciones, una en la que Jesús se identifica con la puerta (vv. 7-10) y otra en la que se identifica con el pastor de las ovejas (vv. 11ss).
v. 7-10 – Jesús es la puerta, la entrada a la verdadera vida. Se reitera la oposición entre el ladrón y salteador, y Jesús, quien garantiza libertad y vida plena.
3. Meditando sobre el texto
El conflicto entre otros lideres y Jesús — conflicto entre la muerte y la vida
La polémica de Jesús con aquellos que creían saberlo todo (los que ven), aquellos que usaban su sabiduría y autoridad para oprimir, engañar, y robar, nos desafía a pensar en las relaciones de autoridad en nuestro medio. Los que no entran por la puerta, pero quieren estar en medio del redil, son los que lo hacen por medio de la mentira, de la hipocresía, injusticias, falsedad, etc. No entran por la puerta porque la puerta es aquel que se opone a todas estas cosas.
Lo preocupante no es que intenten entrar, sino que entran por otro lugar. Los salteadores hace mucho que están en el redil, y su presencia allí a veces parece confundir la verdad. ¿Al final quien viene a “robar, matar y destruir” y quien viene a traer vida?
Podemos identificar los ladrones y salteadores con todas las fuerzas anti-vida que nos rodean, y con aquellos que defienden sus intereses. Todas las autoridades, de cualquier tipo, que promueven la violencia en nombre de la paz, la injusticia en nombre de la justicia, etc. Esta es una realidad que en América Latina experimentamos diariamente, a causa del modelo económico que se nos impone. Pero estas fuerzas anti-vida no sólo están en el nivel estructural, ellas también se hacen presente en nuestras vidas particularmente, de modo que cada uno de nosotros manifiesta un conflicto interior: seguir al Pastor o a los salteadores que hace mucho brincaron la cerca.
El verdadero conflicto entre los salteadores y bandidos y el Pastor de las ovejas, no es meramente un conflicto de autoridad, sino un conflicto de fines. “El ladrón se dedica a robar, matar y destruir”; la muerte es su marca registrada. El redil, a causa de la presencia de los salteadores, ya no es un lugar seguro, sino que se transformó en un lugar sin vida y alegría, donde abunda la injusticia y la mentira, donde ya no se vive, sino que se sobrevive. La muerte hace su aparición en cada esquina, acabando con el sosiego y la tranquilidad. El redil de cada persona sin Cristo es un redil que acaba con ella misma, que ya no le provee lo que necesita. Por su parte Cristo viene a traer la vida, y permitir que ella sea vivida plenamente.
Jesús es la puerta — la única puerta
Pero es allí, en medio de tanta necesidad, que la voz del Pastor se hace más clara y se le puede seguir. Y cuando las ovejas se acostumbran a la voz de su pastor ya no hacen caso a otras voces, sino que huyen cuando alguien más se acerca. Al llamado de la Palabra de Dios, que ilumina el redil y lo muestra tal como es; ya no se puede encubrir al salteador.
El único que tiene entrada por la puerta al redil es el pastor, el único que tiene entrada a la vida de una persona, por la puerta, es Jesús. Nadie más consigue hacerlo de forma tan transparente, sincera y desinteresada. Esta entrada se da con la ayuda del Espíritu Santo, el portero, quien permite escuchar la voz, creer y de esta forma seguir al Pastor, quien saca del redil a la oveja. Así, es claro que frente a esto Jesús se presenta como la única alternativa real.
Al Jesús auto-presentarse con los “Yo soy” coloca de manifiesto su significado salvífico. “Em João, Jesus faz, com auxílio da fórmula ‘Eu sou’, a reivindicação exclusiva de que somente por seu intermédio é proporcionada a salvação definitiva” (Kümmel, Síntese Teológica do Novo Testamento, p. 323-4) .
El “Yo Soy” de Jesús aparece como oposición a la manifestación de la muerte en medio del redil. “Yo soy la Puerta, es por mi que se tiene salida del redil hacia el reino de Dios, hacia la vida, y la vida en abundancia.”
La figura de la Puerta, como la del Camino (Jn 14:6) apuntan para la exclusividad de Cristo como mediador. Sólo en Cristo es que la oveja puede salir del redil y encontrar mejores pastos, “delicados pastos, junto a aguas de reposo” (Salmo 23:2). Sólo en Cristo, la persona puede salir del redil egoísta en que se encuentra, en medio de sus afanes y planes — de la vida descarriada (1 Pe 2:25) — y entrar a un mejor lugar; al único lugar donde encuentra la Salvación, donde estará completamente protegida, y con la plena libertad que Dios da y que lo caracteriza. Allí encontrará comunión, justicia, paz; no se sentirá más sola, sino que estará en la grata compañía de la manada.
Por esto el texto termina con palabras de conforto y seguridad. Termina confirmando la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, la victoria de la Resurrección, que él muy amorosamente comparte con su rebaño y no comparte un poco sino que lo hace en abundancia. Algo que solamente él puede ofrecer.
4. Pensando en el mensaje
Es cuarto domingo de Pascua, por lo tanto la oposición muerte-vida sería un tema relevante para la meditación. La predicación puede seguir el esquema de la meditación anterior. El predicador o predicadora podrá iniciar mostrando el conflicto de la muerte y la vida, con ejemplos de su contexto local. No debe, sin embargo, olvidar que ese conflicto siempre se da al interior de cada persona, y que sólo la demostración del problema estructural de la maldad hace del mensaje de Cristo algo impersonal y sin implicaciones existenciales. El mensaje, por lo tanto, debe apuntar para la única solución: Cristo.
Por otro lado, pueden oponerse las actitudes de los ladrones y salteadores, con la del Pastor. Haciendo énfasis en la relación directa y segura que se da entre el pastor y sus ovejas.
El Salmo 23, tan arraigado en la espiritualidad de las personas, debería utilizarse para expresar la tranquilidad y abundancia de la vida en Cristo.
En 1 de Pedro, vemos como Jesús, sufrió dando ejemplo de coraje y resistencia para que sus ovejas siguieran su ejemplo (voz). Antes éramos ovejas descarriadas pero hemos vuelto al Pastor que cuida de sus vidas gracias a su sacrificio.
5. Subsidios litúrgicos
Confesión de pecados: Bondadoso Dios, y Padre Celestial, venimos ante ti porque hemos escuchado tu voz, y es ella la que nos ha mostrado la verdad, es ella la que nos ayuda a reconocer lo descarriada que está nuestra vida, lo lejos que nos encontramos de ti. Por eso Señor, rogamos tu perdón y misericordia. Rogamos que entres a nuestra vida y nos saques de este redil, el cual nos mantiene débiles, cansados y sin esperanza y nos lleves para tu redil, donde encontraremos tu amor, paz y perdón. Así como las ovejas reconocen la voz de su pastor y le siguen, así nosotros reconocemos que hemos sido perdonados y te seguimos; ayúdanos nuestro buen Pastor a no alejarnos de ti. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración de coleta: Señor Dios Todo Poderoso, que has hablado por medio de los profetas, anunciando el mensaje de Salvación, el cual se ha confirmado en nuestro Señor Jesucristo, quien vino en busca de nosotros, como el pastor va en busca de sus ovejas; te pedimos que por medio de tu Espíritu Santo nos ayude a escuchar la voz del único que habla con Verdad, y nos guíes hacia al redil que tu nos preparaste. Por Jesucristo Nuestro Señor, que vive y reina contigo y con e Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración final: Amado Dios, nos dirigimos ante ti, en la confianza de que estás tan cerca de nosotros que puedes palpar las necesidades que nos rodean. Es por eso Señor que te pedimos nos fortalezcas y guíes para encontrar la salida del redil de nuestras preocupaciones y podamos encontrar aquellos pastos verdes que tú nos ofreces para descansar, aquel arroyo de agua para saciar nuestra sed. Ayúdanos oh Dios a ser esos instrumentos, portadores de tu voz, allí donde más te necesitan. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Himnos: (Hinos do Povo de Deus)
Guia-nos, Jesus # 210
Senhor, Tu nos chamaste # 130
Jesus, Pastor amado # 117
Coros: (Cantarei ao Senhor – Azul)
Um só rebanho # 29
Dizei aos cativos # 88
Bendición: Que la bendición del Buen Pastor – Padre, Hijo y Espíritu Santo – que cuida y ama a todas sus ovejas, los continúe guiando con su voz hacia lugares de delicados pastos y los sacie de vida, vida en abundancia. Amén.
6. Bibliografía
KÜMMEL, Werner Georg. Síntese Teológica do Novo Testamento. São Leopoldo : Sinodal, 1983.
____. Introdução ao Novo Testamento. São Paulo : Paulinas, 1982.
KRÜGER, René. Meditação sobre João 10.1-10. In: SCHNEIDER, Nélio, DEIFELT, Wanda (Coords.). Proclamar Libertação. São Leopoldo : Sinodal, 1995. v. 21, p. 133-138.
Proclamar Libertação 27
Editora Sinodal e Escola Superior de Teologia