Prédica: 1 Coríntios 2.1-10
Autor: Dieter Knoblauch
Data Litúrgica: 2º. Domingo após Epifania
Data da Pregação: 10/01/1982
Proclamar Libertação – Volume: VII
l — Texto
V 1: Y yo, cuando fui a ustedes, hermanos, no fui con superioridad de palabras de ciencia, sino que anuncie a ustedes Ia sabiduría de Dios.
V.2: Pués juzgué no saber nada en vuestro medio, sino solo a Cristo, o sea el crucificado.
V.3: Y yo en Ia debilidad, y en miedo, y en temblor fui hacia ustedes.
V 4: Y ni Ia palabra mia y ni mi predicación eran para convencerlos de Ia sabiduría humana, sino en demonstración espiritual y del poder de Dios,
V 5: para que Ia fe de ustedes prevalezca no en Ia ciencia del hombre sino en el poder de Dios.
V 6: La ciencia que hablamos a los espiritualmente avanzados Ia do este tiempo tampoco de los que gobiernan sobre el mundo, tampoco los que rigen al mundo, porque desaparecerán.
V.7: Sino que hablamos Ia sabiduría de Dios, el mistério, que fue velada, Ia cual Dios con anterioridad ha dispuesta en Ia eternidad en nuestro honor,
V.8: Ia cual ningún rey en los tiempos ha reconocido, porque, si Io hubiese reconocido, no hubieran crucificado al Señor de Ia Gloria.
V.9: Así como está escrito:
Lo que el ojo no ve y el oído no oye y el corazón del hombre no percibe, eso Io preparo Dios a los que El ama.
V.10: A nosotros, Dios Io ha revelado por medio del espíritu; porque el espíritu todo Io investiga como también Ias profundidades de Dios.
Es conveniente hacer algunas consideraciones respecto al texto. En el v.1 Ia palabra griega HYPEROJË significa: exceso, verborragia, altivez en Ia expresión, refiriéndose a que Pablo habló humildemente. También, en cuanto a Ia sabiduría de Dios, encontramos Ia expresión: MISTERION TOU TEOU, Io que significa: Ia ciencia oculta, de los misterios, Ia que es velada comúnmente a los hombres. Vemos esto en relación al culto de los mistérios en el mundo helénico, Io que Pablo conocía ya desde Atenas. Se trata de una sabiduría no humana — como Io veremos más adelante en detalle — sino de una sabiduría revelada por Dios. En el v.3 se recalca en el texto, que Pablo tuvo mucho miedo y temblaba mucho al anunciar esta sabiduría de Dios con Ia palabra POLLÕ. En el v.4 leemos APODEIXIS: testimonio, o como prueba: en el v.6 el vocablo TOIS TELEIOIS significa: perfección, Io que ha Ilegado a su madurez, Io que ha completado todo su desarrollo, a Io que nada ya le falta. Esta es Ia ciencia de Dios (o sabiduría). También leemos en este versículo Ia expresión: TÕN AFUONTÕN TOU AIÕNOS TOUTOU, que se refiere a Ias potestades demoníacas, o el poder de los ángeles caídos o otras potestades, al que el hombre pudiera ser influenciado. En el v.7 leemos Ia expresión THEOU SOFIAN EN MISTÉRIO TËN APOKEKRYMMENÈN, Io que significa: Ia sabiduría de Dios bajó en el mistério, Io que se encuentra bajo Ia forma de un mistério, que es velado, cubierto, tapado. No es abierto sino que fue velado.
II — Exégesis
No era Ia experiencia de Pablo del Areópago Io que le motivó emplear otra táctica para con los griegos, que pretendian tener su sabiduría, entendiéndose por tal, Io que es útil a Ia comunidad, al pueblo (POLIS), y para el pensamiento humano es el medio para tal fin (Platón) de servir a todos, llamándose esta, Ia sabiduría del hombre, que es especulativa y limitada. Pablo contrapone a la misma la sabiduría de Dios, que es para aquellos, los que profesan la sabiduría humana, un misterio, algo que es velado al hombre. Por eso, la sabiduría de Dios es considerada por los otros como una tonteria (1°Cor.1;18). Así el hombre, en el pensamiento griego, se encuentra frente al cosmos y busca entender y ubicar su existencia en él mismo, cuando él puede objetivizar racionalmente en su pensamiento al cielo y tierra, dioses y hombres. De esta manera el hombre puede mantenerse en comunidad y en la amistad y armonía con toda la humanidad, sabiendo así conseguir, en tal posibilidad la justicia. Para la ratio la sabiduría de Dios es una tontería, algo que no tiene sentido: es irracional. Tal fue el enfrentamiento de Pablo con la gnosis de su tiempo. Existe, empero otra dimensión. Pablo se enfrenta también con el pensamiento de los misterios de los griegos con su predicación de la cruz, en la cual murió el Señor de la Gloria. En el mundo griego los iniciados en los misterios eran considerados pm todos y protejidos por los dioses de todo mal, a Io que se refiere en el v.6. El recitado del v.9 ha sido tomado muy posiblemente de la Apocallipsis de Elías, un apócrifo, conocido por Pablo ya que este estaba muy influenciado por la apocalipsis tardía de los judíos. También se alude el texto en Is.64,4, pero es incierto que Pablo haya tomado su cita del profeta tal como Io alude Orígenes.
III — Meditación
Nos encontramos en el tiempo de Epifanía, la celebración más antigua (antes que Navidad) de la encarnación del Hijo del Hombre Jesucristo, la fiesta de la Aparición del Salvador, tiempo en que nuestro texto recobra una dimensión de la misión del mensaje redentor de Jesucristo una singular importancia. Pablo recalca la humildad y el conocimiento ya no humano, ni el doctrinal de su tiempo, o de otros tiempos, de los poderes humanos que perecen y desaparecen, o de otras potestades, sino la ciencia de Dios dada para la fe a los entendidos, v.6, a los avanzados en la comprensión por el Espíritu de Dios, y no por el grado de inteligencia o desarrollo intelectual. Para ella la humildad es necesaria y es una condición ineludible (Pr.11 ;2). No es preciso, y aún más, resulta contraproducente el querer anunciar con grandes artificios el mensaje del Señor. En ello el mismo predicador quiere cosechar los frutos de su entusiasmo y labor desplegada. La obra del mensajero debe ser con firmeza, pero, en el sentido de Pablo de debilidad, en mucho miedo y temblor humano, donde el poder de Dios se manifiesta y nuestra persona queda relegada en segundo orden. La humildad del predicador de la palabra no se debe confundir con su estado económico o social, sí con su actitud y testimonio de su vida, y cuando Ia Buena Nueva a los hombres. En el tiempo de la Epifanía, en donde se observa la dimensión misionera, el predicador debe en nuestro texto darse cuenta de la oportunidad para su situación concreta, tanto: en su vida familiar o particular; la vida de relación con su congregación y la vida de comunión con su mundo. En todos los casos es un misionero; en todos los casos él debe dar un testimonio, aunque en su humildad no sea considerado una persona muy importante por los demás, siempre y cuando se mantenga en la rectitud y en la obediencia hacia su Señor. Nuestra inteligencia, nuestras hermosas y decorativas palabras no van dirigidas hacia el mensaje, aunque este se vea adornado con Ias mismas. Siempre caen dichos artífices a nuestra habilidad, a nuestros recursos de tratar de convencer a los hombres de nuestra verdad. Pablo, al anunciar a los Corintios el mensaje de la Cruz, asume una actitud hasta de apariencia débil para que el poder de Dios se manifieste a través de él. Muchas veces nuestro mensaje no Ilega y queda a mitad de camino, porque nuestra persona Io ha obstaculizado; hemos impactado pero no el Señor en su Palabra.
Predicar la Palabra de Dios es predicar una tonteria, según la razón del mundo. A este reto y desafio el predicador se debe enfrentar. En el tiempo de Pablo, el gnosticismo era la medida de todas Ias cosas (vemos a Pablo en Atenas y el rechazo que él ha experimentado por parte de los pensadores, y no de los que han renunciado a su pensamiento), que anunciaba el conocimiento que protegía al hombre de todo demonio o poder demoníaco, también del destino, sea bueno o malo. También se incluía en este aspecto los poderes estelares y/o los espíritus elementales, que podian perjudicar a los hombres. Bajo tal aspecto se ha unido el culto de los misterios, muy popular en aquellos tiempos. Pablo no ha ofrecido una alternativa a esta fe o a esta manera de vivir de los griegos. El simplemente predico de que el poder de la sabiduría de Dios está por encima, que ha vencido toda suerte del hombre, que ya el hombre estaba libre bajo el yugo de la ley (de los misterios y de la gnosis, de Ias suposiciones de los poderes invisibles) por aquel que ha muerto en Ia cruz, que es el Señor de la gloria.
Hoy tenemos una situación similar, ya que el culto de los misterios y el de profesar la gnosis aún no ha concluído, sino que entro en forma del propio mal del hombre, que Io ha designado poder demoníaco, o la mala suerte, con todas sus variantes, y así se ha buscado a santos y a otros poderes, tanto inócuos como perjudiciales para contrarrestar un mal determinado. Esto por un lado, Io que es popularmente muy conocido, especialmente en la clase social de pocos recursos, y en ciertos casos de la gran sociedad. Por otro lado está el racionalismo, que ha entrado en el siglo pasado, acompañado por el industrialismo, ambos que han motivado el materialismo, en todos sus aspectos, sean el cientificismo, sean Ias diferentes ideologías, sean los sistemas económicos, y sean Ias filosofias — salvo pocas excepciones — que mayormente encontraron su triunfal entrada en el pensamiento religioso. Este paso justamente ha querido evitar Pablo, cuando dijo: La ciencia que nosotros hablamos a los espiritualmente avanzados no es Ia de este tiempo. Desde luego, Dios nos ha dado una mente para pensar, y es un gran don este tan valioso instrumento; pero esta mente concreta, para Ia cual Ia estamos necesitando, no es el medio apropiado para indagar Io que no es concreto, Io que es secreto, insondable e infinito. Por eso se habla más expresamente en el v.6(!) de los entendidos, los espiritualmente desarrollados que han de recibir plenamente Ia sabiduría de Dios, porque ellos, por el Espíritu de Dios, han recibido otra mente, Ia que podriamos Ilamar, Ia mente divina (v.10). Ellos roconocen por el Espiritu Io que es de Dios, y no toman tal sabiduría como una tontería, o como hoy diríamos: una ciencia sin realismo ni realidad de mundo, que es un idealismo irrealizable por carecer de postulados concretos, de caminos practicables con una esperanza de éxito Es por eso necesario que Ia religión, así como Pablo Ia ha concebido, nutra a Ia ciencia, para que Ia misma se humanice, vale decir, para que Ia misma se armonice con Ia voluntad de Dios. La ciencia de hoy, al atentar contra Dios, atenta contra el mismo hombre y se torna inhumana. No se habla en contra de los adelantos técnicos, pero si de su uso para el desequilíbrio ecológico, que con los medios adquiridos por ella, el hombre se distancia de si como de los demás cada vez más, que todo está envuelto de un indescriptible temor al futuro, que esta ciencia desemboca en un abuso de armamentos para destruir más vidas, que Io ciencia médica se ha transformado en un poder ya no curativo sino de explotación al ser humano, y que Ia misma iglesia, por mantener su autoridad ha incursionado por caminos, como ser de tomar otras actividades secundarias como principales para poder subsistir frente a Ia comunidad, sean escuelas, otras instituciones de enseñanza varia, o realizando festivales, fiestas para que se pueda subsistir económicamente, etc, recursos que han aumentado aún Ia desesperación del hombre, que corre a los estádios cuando alguien predica en su honor el evangello y promete Ia ayuda que él no puede dar. Cada pastor verá su situación en su parroquia, pero es necesario de abrir por nuestro lado, los o|os, y compararlo con nuestro texto. Desde luego, habrá en ciertos lados necesidad de una escuela, de algo que forme a Ia comunidad, pero no debemos olvidar de nuestra misión y del mensaje que es necesario de predicar.
Y aqui Ilegamos a otro capitulo: la preparación para recibir tal mensaje de Dios.
Pablo Ilevó a los corintios Ia fe en Jesucristo, Ia salvación por El. No ha querido enseñarles una nueva doctrina, sino simplemente Ia fe en el Salvador. Aqui vemos nuevamente, Io que Jesús haya dicho también en Lc 10;21 y 22 o en Col.1;26 que se ha revelado a los que son como niños Ia sabiduría de Dios, Io que quiere decir, que el hombre adulto debe renunciar, negar a si mismo y Ilegar a ser receptivo a Io nuevo, que es la sabiduría de Dios, y que Io transformará por el Espíritu que el mismo hombre ha de recibir cuando se ha cumplido todo Io previsto por Dios en él. Esta realidad se ha querido suplir con el pensamiento e inteligencia humana. Una cosa es Ia inteligencia, la posibilidad de trabajar con el intelecto, y Ia otra realidad es la que Dios nos posibilita por medio de Su Espíritu, que es una realidad, más allá del intelecto humano. Por eso Pablo también ha escrito: …La sabiduría de Dios, Ia cual ningún rey, o gobernante, en los tiempos ha reconocido (o conocido), porque si la hubiese reconocido, no hubieran crucificado al Señor de Ia Gloria. (v.8) Así el hombre sigue crucificando al Señor, año tras año justamente por suplir la realidad del Espiritu de Dios por Ia inteligencia humana, que es finita y pertenece al mundo concreto. Para tener acceso a la sabiduría de Dios se requiere de Ia humildad y de ser como los ninos, y no de tener titulos y grados dentro de la sociedad. Dios concede por Su voluntad este Espíritu, y cuando en Ia oración, en el arrepentimiento el hombre se convierta, ha de renovarse integramente, siendo una nueva criatura, por el Espíritu de Dios, en donde Ia inteligencia servirá al saber de Dios, y no a Ia inversa. Este es el principio del conocimiento, y el despertar de los paganos o de los hombres que buscan Ia luz que na aparecido a todos los gentiles, a todos los hombres del mundo.
IV — Nuestro sermón
1. Presentar la situación del hombre, dentro o fuera de Ia congregación en querer identificarse con los principios y dictados del mundo, sea Ia superstición y creencias varias que atentan a suplir Ia verdadera fe en Cristo, o también que Ia ciencia (los científicos) ya no tíenen contacto con la iglesia (si Io tuvieran, es por superstición u otros intereses fuera de Ia misma fe).
2. Tanto el predicador como todo miembro recibe hoy el ofrecimiento del mensaje de Pablo, Ia fe del nacido en Belén, sobre el cual pende ya la cruz para llegar a ser el Señor de Ia Gloria. Esta fe no es una alternativa a todo Io señalado en el punto 1., sino el nuevo camino que nos libera de todo, y nos une, por medio del Espíritu de Dios al pensamiento y a Ia buena voluntad del hombre. Esta buena voluntad del hombre no se refiere a Ias buenas obras, sino en el de aceptar Ia fe, y de practicarla como testimonio, en humildad, en nuestro diario vivir.
3. Crecer en Ia humidad para recibir este Espíritu de Dios, conjuntamente con una actitud de apertura a Io que Dios hoy nos quiere decir, sin dogmatismos o restricciones, sean cuales fueren. El hombre es en el mensaje un ser libre, pero debe afrontar también Ias consecuencias de tal libertad.
4 Tal cambio en nosotros ha de capacitamos para el trabajo missionero de atestiguar de que Cristo es Ia Luz del Mundo, y que nos libera de todo yugo, de toda superstición, o creencia fuera de esta fe, que ata y esclaviza al mismo hombre.
Solamente elque tiene luz, Ia verdadera de Dios, puede entender Ia verdadera sabiduría de Dios, y también Ia ha de aceptar para Iluminar a aquellos en donde Dios se manifiesta. Los demás esperarán y con Ia paz del Señor tendrán a su tiempo, después de un sincero arrepentimiento su oportunidad, cuando se entreguen plenamente a aquel que ha nacido y muerto y resucitado por todos los hombres, para que todos se salven y nadie se pierda.
V — Subsidios litúrgicos
1. Confesión de pecados: Señor, así es todo nuestro mundo: sea el arte, la ciencia, Ias investigaciones y Ia incesante intranquilidad del hombre buscando alcanzar éxitos y prestigios, cumbres y poderes. Todos nosotros participamos de una u otra manera de esto, y nos sentimos Ilevados en esta dirección por este mundo, que el mismo hombre ha transformado a su voluntad y de acuerdo a sus pensamientos e inteligencia. Pero Tu hás dicho, que Tus pensamientos no son los nuestros y que Tus caminos tampoco los nuestros. Cuán difícil es para nosotros, hombres de nuestro tiempo de comprenderte y de aceptar-te Señor. Tu has dicho, de que debèramos ser como los niños, porque a ellos ha revelado los misterios el Padre, condición para entrar en Tu Reino. Señor, pero nos queremos sentir mayores, grandes y con Ia merecida importância. No ha sido todo Io que somos un resultado de nuestro esfuerzo? Además, toda nuestra labor, todo el trabajo así Io exige de nosotros. Por todo eso te pedimos: perdónanos. Haznos humildes para ser grandes en Ti; haznos siervos de Tu Reino para poder realizar Ia misión como seguidores tuyos en este tiempo con todos sus desafios, de aceptar Ia sabiduría de Dios, aunque sea una tontería para el mundo. Así podremos ser Ia luz, que será Tu luz para este mundo, y Ia sal para esta tierra. Señor, ten piedad de nosotros!
2. Oracíón de colecta: Señor Cristo Jesús; Tu nos reúnes hoy aqui. Contigo podemos ser todo, porque Tu eres el principio y el fin de todas Ias cosas. También Io eres en nuestro mundo. Ayúdanos a ser humildes, así como los niños son, para ser capaces de recibir Ia sabiduría divina, aquel poder Tuyo en nosotros para ser tus mensajeros en este mundo, trayendo Io que todos buscan: la felicidad, que es la armonía de Dios con el hombre para todo e! mundo. En tu nombre te Io pedimos, Señor. Amén.
3. Oración de intercesión: Señor y Padre nuestro. El principio de Ia sabiduría es el temor de Dios, y para el hombre Ilegó a ser el pensamiento humano, en todo su limitación y fragmentación. Pero Tu hoy nos nas mostrado nuevamente el camino de Ia necesaria humildad, de Ia necesaria negación de nosotros mismos y volvernos simples y receptivos incondicionalmente a Tu mensaje. Tu no quieres ser comprendido sino creído y aceptado en nuestras vidas. Pero, cuán difícil es para el hombre dar este paso hacia Ti; ni bien comenzamos a desconfiar de nuestra razón cuando podemos caer en cualquier superstición. Cuando nuestra seguridad humana se ve atacada, es cuando todo remedio y solución humano y de otros poderes nos vienen bien. Cuando estamos rodeados de tantos ofrecimientos de poderes e influencias, sé Tu nuestro Espíritu de poder y de transformación, y así convertirnos en mensajeros Tuyos en este mundo angustiante. Porque Tuyo es el poder, Ia razón y Ia sabiduría: porque Tu eres el principio y el fin de todas Ias cosas; porque Tu eres el sol radiante en este mundo que quiere extenderse cual gloria y bendición Tuya. Por eso te pedimos hoy por… (Ia nación. congregación, por los enfermos, ancianos, marginados, olvidados, por Ia juventud, los niños y por los que se han apartado y por los que buscan Ia verdad, una luz en sus vidas, etc.)