Prédica: Hechos 16.9-15 – Atos 16.9-15
Autor: Carlos Duarte
Data Litúrgica: Domingo Sexagesimae
Data da Pregação: 18/02/1990
Proclamar Libertação – Volume: XV
l — Análisis de los diferentes contextos de nuestro pasaje
Nuestro pasaje resulta difícil para la predicación por su calidad de crónica de viaje, con pocos elementos novelescos, y con una evidente intención del autor de ser sucinto y breve, dada que su intención es que Io relatado sirva de transición para temas más importantes. Considerando Io anterior optamos por hacer un relevamiento de los diferentes contextos en que se sitúa el relato, con el objetivo de encontrar soporte para un desarrollo temático de la predicación.
1. Contexto del relato en el libro de los Hechos
Nuestro relato se encuentra al comienzo del segundo viaje misionero del apóstol Pablo, e inmediatamente después del Sínodo de Jerusalén. Este segundo viaje (Hech 15.36-18.22) marca el comienzo del trabajo apostólico en territorio europeo. La iglesia se decide a abordar el tema de la gentilidad después de haber resuelto importantes cuestiones doctrinales. En el Sínodo de Jerusalén se declara abiertamente el carácter novedoso de la iglesia cristiana: su universalidad y su independencia de la ley judía. Podríamos decir que a partir de ese momento la iglesia primitiva deja de ser un secta judía (Hech 24.5: (Pablo es) cabecilla de la secta de los nazarenos. Versión Reina Valera 1961) porque rompen con la circuncisión obligatoria de los gentiles. A partir de entonces la misión entre los gentiles será el tema preponderante en nuestro libro. Esto, independientemente, de la estrategia paulina de tomar como punto de partida para su trabajo a las sinagogas dispersas en el mundo helénico.
El segundo y el tercer viaje siguen rutas muy similares y podríamos decir que componen un solo bloque, donde Lucas nos relata el progreso y las dificultades de la predicación del evangelio en tierra europea. El paso cualitativo será dado por Pablo con su viaje a la capital del Imperio Romano, Roma. Es decir, podemos establecer tres etapas en el desarrollo de la iglesia, según el libro de los Hechos: 1) De Jerusalén a Siria (Damasco y Antioquía), Io cual incluye el primer viaje paulino; 2) desde Antioquía se aborda Asia Menor y el Oriente griego, Io cual implica los viajes apostólicos segundo y tercer y 3) el último viaje hacia Roma, cabecera del imperio.
2. Contexto en el segundo viaje paulino
Si nos guiamos por el relato de Lucas veremos que el segundo viaje está muy lejos de ser una marcha triunfal. En el relato prevalece el realismo, siempre hay más dificultades que logros. Mejor aún, las dificultades permiten a Lucas resaltar los logros que los apóstoles tenían en virtud de la ayuda del Espíritu Santo.
Luego del Sínodo de Jerusalén, Pablo se establece en Antioquía, sucede la disputa con Marcos y Bernabé y Pablo se une a Silas, quien lo acompañará en este viaje (Hech 15.30-40). Podríamos llamar a esta sección: Preparativos para el viaje.
Al principio recorren Siria y Cilicia, sucede el encuentro con Timóteo y se internan en Ásia Menor. Escuetamente se menciona que Dios tiene otros planes (intentaron ir a Bitinia pero el Espíritu no se Io permitió. 16.7). Obviamente el Espíritu tenía otros planes, que se manifestarán en una visión nocturna. Los misioneros se dirigirán a Macedonia. Comienza así la lucha apostólica en territorio europeo. (Hech 15.41-16.10) Podríamos llamar a esta sección: El Espíritu Santo tiene otros planes.
Luego de un breve viaje, el trabajo apostólico comienza en Filipos, colonia romana, asignada a los soldados de Antonio derrotados por Octavio. Allí comienzan también las dificultades. Después del auspicioso recibimiento brindado por Lídia tiene lugar el incidente con la esclava poseída por un espíritu adivinador. Este incidente termina con los apóstoles en cárcel. Luego de una serie de peripecias parten hacia Tesalónica, allí sucede un enfrentamiento con los judíos que se preocupan de amargarles la vida. De allí a Atenas hay un solo paso. Los resultados no son alentadores, Lucas nos cuenta: Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos. . . otra vez (Hech 17.32). De allí pasa a Corinto donde también vive dificultades y debe presentarse ante el escéptico Galión, procónsul de Acaya. Todas estas peripecias son relatadas desde Hech 16.11 hasta 18.18 y podríamos titularías: Entre prisión y prisión la Palabra de Dios es predicada.
Concluye nuestro tercer viaje con el regreso de Pablo a Antioquía (Hech. 18.22).
Me he detenido en el contexto del viaje para destacar que el relato que nos ocupa dista mucho de ser un relato triunfalista. Tomado aisladamente puede ser considerado así, pero para la predicación debería tomarse muy en cuenta las dificultades relatadas por Lucas.
3. Contexto del relato en la teologia de Lucas
En este apartado deseamos mencionar dos intereses teológicos fundamentales para Lucas.
1) Mostrar como por obra del Espíritu Santo la Iglesia atraviesa fronteras geográficas y logra una expansión importante para la mentalidad de la época. Lucas, como ya vimos, no se permite un triunfalismo barato. Más aún cada dificultad está al servicio de su intención teológica de destacar que si la Iglesia crece es gracias a la acción del Espíritu de Jesús.
2) El evangelista se preocupa por destacar la superación de otros tipos de fronteras. No se trata de fronteras geográficas y/o físicas sino de fronteras al interior del ser humano. La iglesia se abre a los gentiles y los toma tan en cuenta que un sínodo tiene como principal preocupación la relación de estos con los miembros de origen judío. Se supera así la frontera de la Ley Mosaica, frontera entre puros e impuros, frontera entre – y esta es fundamental para reflexionar en la predicación, – hombres y mujeres. En este aspecto nuestro pasaje es fundamental y se inserta en una muy larga serie de textos lucanos donde la mujer ocupa un lugar de importância destacable. Tanto en el Evangelio como en el libro de los Hechos Lucas tiene una actitud reivindicativa frente a Io que él considera debería ser la relación entre la divinidad y la mujer. Comenzando por el Magnificat de María y los anuncios de la profetisa Ana (Lc 1.46-56 y 2.36-38), la curación de la hemerroisa y resurrección de la hija de Jairo (Lc 8.40-56); la visita a Marta y María, donde esa última tiene una actitud totalmente desacostumbrada para la época (Lc 10.3842); y finalmente la mención de varias mujeres que seguían y servían a Jesús (Lc 8.1-3). Hemos mencionado textos donde Lucas da un especial énfasis al rol de la mujer. En el libro de los Hechos Lucas nombra una infinidad de mujeres que cumplirán un rol destacado en la construcción de la naciente iglesia.
4. Estructura literaria de Hech 16.9-15
Vv. 9-10: En el v. 9 Pablo tiene una visión. Es un versículo de enlace con Io que vendrá a continuación. El v. 10 es el comienzo del relato propiamente dicho. Allí comienza a utilizarse el sujeito en primera persona plural (Dios nos estaba llamando. . .). Este detalle marca el inicio de un estilo propio de las crónicas de viaje.
Vv. 11-12: Crónica del itinerario seguido por apóstol y su acompañan-te. Se remarca la importância de la ciudad de Filipos en esa parte de Macedonia, y se da una idea muy imprecisa de tiempo: algunos días.
Vv. 13-14: Debido a que se trataba de una colonia romana, los judíos debían reunirse en las afueras de la ciudad. Muy probablemente Pablo buscara una sinagoga para comenzar su predicación. El texto no especifica si Io hallaron, salta directamente a la evangelización de las mujeres que estaban reunidas allí. De entre esas mujeres surge Lidia, que presta atención a la proclamación del evangelio. Se establece claramente que es el Señor (quien) la movió a poner toda su atención en lo que Pablo decía. Debido a su profesión puede suponerse una mujer económicamente independiente.
V. 15: Conclusión del relato. Lidia se bautiza junto con toda su familia y su casa se transforma en centro de predicación para los cristianos de Filipos (véase también 16.40).
5. Contexto litúrgico
Sexagésimae es, en la tradición evangélica, el domingo dedicado a reflexionar liturgicamente sobre el poder y la eficacia de la Palabra de Dios. Palabra de Dios que es más que la predicación, pero que debe estar presente en ella indefectiblemente. Palabra que, en ocasiones, actúa independientemente de la estructura eclesial. Palabra que rompe fronteras de todo tipo y no se deja encerrar por la tradición. Palabra que trae frutos, que nunca vuelve vacía, que obra en medio del mundo donde es predicada. Para tener una visión más acabada del contexto litúrgico recomiendo leer Heb 4.12-13; Is 55.10-11 y Mc 4.1-
II — Para la predicación
El tema de la mujer y su rol en la iglesia puede resultar interesante, seria importante bailar las anécdotas apropriadas para mover a la comunidad a superar las fronteras del machismo, tan común en nuestras congregaciones. A partir del texto se puede cuestionar, también, esa triste pastoral de separar la congregación en grupos que funcionan casi independientes unos de otros: grupo de damas, coro, jóvenes, comisión directiva, niños y escuela dominical, etc. Esta estrategia de segmentación de la comunidad es cuestionada por el bautismo de Lidia y toda su familia.
Siempre, en nuestro trabajo de pastores, encontramos mujeres que se brindan, que son hospitalarias (como Lidia), ¿por qué no rescatar esos ejemplos de fe?, ¿o es que también los pastores damos pro sobre entendido que las mujeres están para servir al hombre? ?quiénes limpian el templo?; ¿quiénes deciden en las asambleas?; ¿quiénes cuidan el jardín y ponen las flores sobre el altar y arreglan los paramentos y, quiénes resuelven todos los aspectos de la liturgia? Sabemos las respuestas, ¿sabremos interpretar la Palabra de Dios para que ahora los hombres, por impulso del Señor, abran sus corazones tal cual Io hiciera Lidia en su momento?
Una vez, en la provincia de Entre Ríos, en una pequeña comunidad rural fui invitado a cenar en la casa de la familia más activa de esa congregación. Es una familia de alemanes del Volga, sumamente pietista. Luego de la charla rutinaria pasamos a cenar. Al comienzo no me percaté del detalle, pero en un momento dado me di cuenta que las mujeres no comían con nosotros, que éramos el jefe de familia, sus dos hijos varones y yo. Le pregunté: -¿Perdón, la señora y sus hijas ya cenaron? A lo cual él me respondió sin inmutarse: – No, de ningún modo, ellas comerán después que terminen de servimos. La verdad es que en ese momento no encontré las palabras adecuadas como para hacer ver cuán lejos de la Palabra de Dios se encuentra ese 'estilo de vida'.
Mi esposa también es pastora y una dificultada permanente en nuestro ministerio conjunto es su espacio dentro del esquema de trabajo parroquial. Hemos escuchado frases como: Se necesita un solo timonel en el barco (no se dice, pero obviamente se piensa en un hombre). O, los cultos con Santa Cena, Bautismo preferimos que los haga el pastor, porque así choca menos a la gente. Quizás lo más interesante es que a la gente le choca muy poco. Pero quiénes están en cargos directivos participan de esa ideología machista que suponemos el Evangelio de Jesucristo debía destruir.
Estoy seguro que cada uno tiene sus propias historias para contar y animar la predicación.
Ill —Subsidios litúrgicos
1. Confesión de pecados: Padre misericordioso, j somos especialistas en fronteras! De lenguaje, entre países, de ideologías, entre sexos y diferentes generaciones. Fronteras que separan, que dividen a la humanidad; fronteras de soberbia, odio y orgullo; fronteras para que el negro no toque al blanco, para que el indio se quede en su reserva, para que la mujer no compita con el hombre, para que el pobre sea siempre pobre y el rico sea siempre más rico. En ocasiones soñamos con tirar abajo esas fronteras, soñamos con jugar a que el mundo es uno solo y de todos por igual, y sentimos que esos sueños tienen un fundamento sólido en tu Palabra que tiene poder para superar cualquier frontera, aún la de nuestros pecados. Señor, ten piedad de nosotros.
2. Oración de colecta: Padre nuestro y de nuestro Señor Jesucristo, te suplicamos que atiendas el clamor de tu iglesia. Necesitamos del poder de tu Palabra para crecer, para misionar, para evangelizar; necesitamos fe en nuestros corazones para descubrir la acción de tu Palabra en nuestras vidas personales y congregacional. Danos de tu Palabra, Senhor! Amén.
3. Oración final: Te alabamos y glorificamos, Señor, nuestro Dios, porque hoy tu Palabra ha borrado fronteras entre nosotros. A hora que nos sentimos unidos por tu Santo Espíritu te pedimos por el mundo entero, para que reine la paz entre los seres humanos; para que los faraones del siglo XX no endurezcan más sus corazones; para que los fariseos criados a la sombra de nuestras iglesias y tradiciones aprendan de tantas mujeres humildes y sencillas que servirte a ti, Señor, es mucho más fácil de lo que imaginan.
Te pedimos por nuestra Latinoamerica tan dividida y tan sufrida, por la mujer latinoamericana oprimida entre los oprimidos; por esa mujer que tira del arado; por esa mujer que limpia casas, edificios e iglesias; por esa mujer que vende su cuerpo en la calle; por esa mujer que cría un hijo tras otro y muere tuberculosa en medio dela soledad: por esa mujer que cada uno de nosotros conoce y que tanto le cuesta aceptar como un ser de dignidad igual.
Te pedimos por la predicación de tu Palabra, no dejes, Señor, que la abaratemos con nuestras claudicaciones para reconfortamos con templos llenos de gente. Tu Palabra, Señor, es origen de conflicto y dolor para tu Iglesia, si se la predica rectamente. Te pedimos valor para los momentos en que Ia fidelidad es difícil, confiamos que tu Espíritu nos acompaña permanentemente. Amén.
Conversión — Poema canción
Nuestro pensamiento ya no es el mismo
nuestro caminar ha sido desviado
nuestra vivencia se convierte en vida nueva
gracias al evangelio que tenemos
Ya no somos objeto
Somos mujeres
buscamos nuestra identidad
Somos llamadas a la vida
a nuestra América Latina
Unidas en nuestra búsqueda
de justicia y esperanza
Cantemos la liberación
y de esperanza y vida
en Dios una canción.
(Esther Camac Ramírez
Apuntes y aportes de la mujer ecuménica, pág. 94)
IV — Bibliografia
– CONZELMANN, Hans. El centro del tiempo. La teología de Lucas. FAX, Madrid, 1974.
– ROLOFF, Jürgen. Hechos de los Apóstoles. Cristiandad, Madrid, 1934.
– STÄHLIN, Gustav. Die Apostelgeschichte. NTD 5, 1975.
– Apuntes y Aportes de la Mujer Ecuménica, Cuaderno Pastoral/6, Setiembre 1987, A. P. E. Mendonza, Argentina.