Prédica: Amos 7.10-15 (16-17)
Leituras: Efésios 1.3-14 e Marcos 6.6b-13
Autor: Eugênio Araya
Data Litúrgica: 8º Domingo após Pentecoste
Data da Pregação: 14/07/1991
Proclamar Libertação – Volume: XVI
1. Texto
No hay muchos problemas en la traducción de este texto. Las versiones castellanas tienen pocas variaciones, solo de matices y similar a la de Martin Buber en su tomo Bücher der Kündung, pag. 647.
Utilizo la tradución del texto hecho al castellano del libro La hora de Amos, de H. Walter Wolff.
10 Amasias, sacerdote de Betel, mando decir a Jeroboam: Amos está conspirando contra ti en medio de la casa de Israel. La tierra ya no puede soportar sus palabras.
11 Pues Amos va diciendo: Jeroboam morirá a la espada, e Israel irá al cautiverio, lejos de su tierra.
12 Amasias dijo a Amos: Vidente, ve y escapa a la tierra de Judá y come allí tu pan, haciendo de profeta.
13 Pero guárdate de volver a profetizar contra Betel; mira que este es el santuario del rey y una casa real.
14 Amos respondió a Amasias, diciendo: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy pastor y cultivador de sicómoros.
15 Yahvé me tomo detrás del ganado y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo Israel.
16 Escucha, pues, ahora la palabra de Yahvé: Tu me dices: no profetices contra Israel, no hagas predicciones contra la casa de Isaac.
17 Por eso así dice Yahvé: Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos caerán a la espada, tu tierra será repartida a cordel, tu morirás en una tierra contaminada e Israel irá al cautiverio lejos de su tierra.
W. Wolff califica este trozo como El abogado es juzgado. Y Milton Schwantes en su libro Amos, meditações e estudos dice que esta escena es marcadora del vida del maestro y por esa razón la han colocado sus discípulos. Y esta escena marca, porque confronta, sin términos medios, dos propuestas: la del vidente y la del sacerdote, la de Amos y la de Amasias, la que critica al Estado y la que lo sirve, la del campo y la de la ciudad. Los que participamos en el Séptimo Congreso Luterano Latinoamericano, en Caracas en 1986, recordamos con especial claridad los estudios bíblicos de Schwantes sobre Amos. En nuestras notas que tomamos allí leemos: 4. La persona. Dos pasajes que hablan de Amos provienen de Técoa, norte o sur? cría ganado? es dueño o empleado? es profeta o no? vaquero? dueño de sicómoros o empleado?
5. Conclusión. Amos no es el tema del libro. El tema es su predicación. La memoria es más importante que la persona. La vocación desempeña un papel decisivo en la argumentación teológica. Sin vocación no habría profecía. Para él la vocación es casi igual a co-acción. Es vidente profetizando y es mensajero. Y el mensaje de Amos habla de amenaza y habla de una manera crítica denunciando. La amenaza tiene el papel más importante. El temor no es contra Samaría o Betel, sino contra el Estado.
He copiado estos apuntes pues tienen relación directa con este texto.
El pasaje que vemos (7,10-17) muestra la enorme tensión entre el profeta y el sacerdote y Io que encarna cada uno de ellos. Es el punto máximo de la ruptura entre Amos y Amasias. Aquí se interrumpe la serie de las visiones, pero nos da unas ricas informaciones sobre las actividades de Amos. Se habla en tercera persona, lo cual significa que fue obra de un redactor. Amasias pertenecía al santuario real de Betel, era el sacerdote principal. Hoy diríamos el capellán en jefe de la capilla de la casa de gobierno. Era el portavoz del rey, un empleado de este. Y denuncia a Amos a su jefe, el rey Jeroboam, quien se encuentra al final de su reinado con 41 anos de poder. La denuncia que hace de Amos Amasias se basa sacando las palabras de Amos de su contexto y falseando Io acusa de conspirar contra el rey. Por eso deberá ser expulsado de Israel. Usa el término visionario en forma despectiva. Es la época en que existe una profesión de profeta, que se hereda, y está unida a un santuario. Es como el tener un cargo público, oficial, que el padre deja después a su hijo en su lugar. Parece ser que es la forma que contemporanizó y confraternizaron con los cultos paganos de los santuarios locales. El profeta oficial, el sacerdote de Betel, era un cargo que representaba todo un régimen, pero que no tiene relación alguna con los verdaderos profetas llamados por Dios.
El caso es similar al de Jeremías con Jananías, cuando este último saco el yugo del cuello al profeta Jeremías, lo quebró y anuncio al pueblo que dentro de los dos anos siguientes Dios rompería el yugo de Nabucodonosor de todas las naciones. Al li también Jananías como Amasias descalifica a Jeremías. Y tanto Jeremías como Amos sabían que habían sido elegidos, que Dios había tocado sus bocas con la mano y los había capacitado para comunicar su Palabra. Por eso Amos denuncia a los profetas profesionales. El no tiene interés de ser un profeta pagado, es un ganadero y cultivador de sicómoros, especie de higos de Egipto que se dan en tierra de mala calidad, cuya madera incorruptible servía de ataúd para las momias, y que es conocido también con el nombre de plátano falso. Era un trabajador de una fruta de mala calidad, que servía de comida a los pobres. Su trabajo consistía en que en cierto momento del ano debía hacerle un corte al árbol para que el fruto creciera lo suficiente para poder comerlo. Era un trabajo pesado. Esta ocupación se realizaba una vez en el ano. El era profeta no porque lo quisiera o le interesara, sino porque en forma imperiosa Dios se Io había impuesto. Y por eso puede responder u Amasias dándole una descripción de un panorama típico, como es una invasión inminente y el destierro; violación, asesinato de inocentes, pillaje. Y finalmente lo llevarán a una tierra impura, que era Asiria, tierra de idolatría.
2. Meditación
El problema no lo es tanto con el texto, sino como enlazarlos con las otras lecturas de ese domingo. En Mc. 6,6b-13 se trata del envío de los Doce. En Efesios 1.3-14 trata del designio de Dios: la unión universal. Donde está el hilo rojo que los une? Hay otra lectura en el Leccionario Ecuménico y es el Salmo 85,8-13. Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus adictos, a los que recobran la esperanza. Resulta forzado unir este texto de denuncia con los demás.
Lo que veo, como única solución es la elección de Dios y el envío de sus discípulos a anunciar su Gracia que se contrapone con la institucionalidad del que podemos llamar sacerdocio profesional''.
En el Evangelio Jesús les impone la condición, después de darles autoridad, de no tomar nada para si, que solo llevaran un bastón, unas sandalias y una túnica y nada más. Allí vemos la diferencia entre ese hombre que profetizaba porque Dios le había dado autoridad, y su trabajo era trepar en sicómoros pellizcando los frutos y el sacerdote de Betel rodeado de pompa y representante del poder.
En cierto sentido me hace recordar a la novela El nombre de la rosa, de Umberto Eco, en donde en el trasfondo aparece la famosa disputa de los espirituales y el Papa de Avignó Juan XXII en 1327. Se discutía si la ropa que Jesús y los apóstoles usaron era propiedad de ellos o no. Pero el asunto estaba más allá: era si la Iglesia podía poseer bienes materiales y espirituales en beneficio propio, como los tenía en aquella época. Fue el tiempo de Ubertino de Casale, Guillermo de Occam y el general de los franciscanos Michele de Cesena, quienes salieron escapando de la Corte Papal una noche y fueron alejados de la Iglesia.
La discusión de Amos con Amasias no tiene que ver algo con nuestra realidad actual de iglesia instituida en donde, en cierta forma, y especialmente en ciertos lugares se unen más y más Trono y Altar?
Días atrás recibí una carta de Bogotá, Colombia, en donde se me dice que lo que dijimos y discutimos en la Asamblea Preparatoria de la Asamblea General de la Federación Luterana Mundial, no ha querido ser tocado como tema a discutir. Y que ese país que vive una convulsión no recibe una palabra por parte de la Iglesia. Mi pregunta, entonces es qué cosa es ser Iglesia? Y esto va más allá del artículo séptimo de la C.A. No es otra vez Amos y Amasias?
3. Predicación
Me resulta casi imposible dar pautas a seguir en una predicación sobre este tema. Obviamente que tiene mucho que ver con la situación en la que se vive. Y callamos, faltamos a nuestra vocación y si hablamos corremos el peligro de asustar a nuestra gente. En Chile lo sabemos por experiencia. Cuando en 1973, después de un Gobierno que se mostro incapaz de dirigir la situación como fue el de Allende, todos esperaban un pronunciamiento militar, ya que la Cámara de Diputado había declarado ilícito al Gobierno. Se esperaba que las Fuerzas Armadas sacaran a Allende, entregaran el poder al Presidente del Senado para que actuando como Presidente Provisional llamara a nuevas elecciones en un plazo no mayor de 90 días. Pero no fue así, los militares se quedaron en el poder 16 anos. Pinochet se fue adueñando de la situación poco a poco. Primero los miembros de la Junta Militar eran todos iguales. Después se dijo que habría un Jefe de la Junta, pero eso seria rotatorio. No sucedió así Pinochet quedo como Jefe de la Junta; después se le dió el título de Jefe de Estado. Después, apoyándose en las leyes existentes en donde se habla del Presidente de la República, Pinochet fue nombrado con ese título. Se dijo que era para poder hacer uso de facultades que estaban reservadas al Presidente de la República. De tal manera que Pinochet fue a Paraguay de visita y junto a Stroessner pudo lucir por primera vez la banda presidencial. Pero eso no era todo. Lo más serio estaba en lo que ocurría con las personas. Al caer Allende se encontraban en Chile más de 15 mil refugiados, especialmente de Brasil, Uruguay y otros países sudamericanos. El enviarlos de regreso a su país significaba la muerte segura. El Pastor Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile, Helmut Frenz y el Arzobispo de Santiago y otros dirigentes eclesiásticos crean el Comité Pro Paz, con apoyo de la Comisión de Migraciones Europea de las Naciones Unidas, tratando de enviar a los refugiados a algún país de Europa pero no al Brasil de Medici o al Uruguay o a Bolivia. Mientras estaban trabajando en esto saben que hay otro número similar de chilenos que están detenidos y son sometidos a juicios sumarios y fusilados o desaparecen. Se lucha, no por dejarlos impunes, si hubiesen cometido delito en el régimen anterior, pero se pide que se les siga un juicio regular, que de garantías.
En ese momento un gran número de piadosos fieles comienzan a publicar artículos en los diarios (todos controlados por el Gobierno) contra el Pastor Frenz. Se separan de la Iglesia, crean una nueva, siendo su primer acto ir a presentar sus respe-tos a Pinochet y solicitar la disolución de la Iglesia Evangélica Luterana y la expulsión de todos los pastores extranjeros. A Frenz se ll prohíbe regresar a Chile en una visita que hace a la Federación Luterana Mundial. Se crea un Consejo de Pastores con oficina en el Edificio de Gobierno y comienzan a celebrar un Te Deum Evangélico en alabanza al Gobierno militar. Hay similitud entre Amos y Amasias? Yo creo que si, la historia empieza a verse ahora sin censura y salen muchas sorpresas.
Como se ve, estoy condicionado por mi realidad. No podría predicar este texto sin pensar en el paralelo, palpable para mi.
Creo que lo que nos dice el Evangelio y el envío de Dios a nosotros a proclamar la Gracia debe ser mirado como algo imposible de callar o de acomodar, por difíciles que sean las situaciones. No estamos defendiendo determinadas ideologías políticas, estamos dando testimonio del Evangelio, que nos lanza a defender a nuestro hermano y amar a nuestro enemigo. El fruto de la fe es la justificación y el fru¬to de la justificación es la justicia y esta es nuestra tarea. Bonhoeffer decía que lo único que nos quedaba en esta época era orar y hacer justicia.
Los asesinatos de los jesuitas en El Salvador no nos puede dejar de conmover. Puede ser que yo no sea partidario de la Teología de la Liberación, pero creo absolutamente necesario un diálogo con ella. No se trata de combatirla, cosa que no seria tan difícil pues presenta puntos que para nosotros son delicados y discutibles. Ni tampoco de tragaría entera con espinas y todo, sin masticarla, sin meditarla. Puedo estar en contra, pero puedo dialogar y no anatematizar, como algunos luteranos lo han hecho oficialmente, y menos asesinar a sus teólogos como los militares salvadoreños.
Tenemos; porque estamos impulsados por Dios, que predicar este Evangelio salvador y liberador, que va más allá de la liberación teológica. Pero no podemos callar, porque las piedras gritarían. Por otra parte, debemos obedecer a Dios y después a los hombres. Y no sacar provecho de nuestro oficio. El cristiano es señor libre de todas las cosas y no está sujeto a nadie. El cristiano es servidor de todas las cosas y está supeditado a todos. (Martin Lutero, La Libertad Cristiana.) El cristiano nunca podrá ser incondicionalmente de ningún gobierno. Si la iglesia se transforma en portavoz del gobierno de turno, y el ministro olvida que está para servir y se convierte en funcionario, esa iglesia está condenada a la destrucción como el Santuario de Betel y sus sacerdotes a ser marionetas dirigidas, como Amasias. No se puede servir a dos señores. Hay que optar, o el Evangelio o Ia tranquilidad económica que nos trae el ser funcionario gubernamental que solo puede aplaudir, aun que lo que se diga es el Anti-Evangelio.
En nuestro himnario en castellano el hermoso himno de Lutero Erhalt uns, Herr se ha traducido en la siguiente forma:
Sosténos firmes oh Senor! En Ia Palabra de tu amor.
Refrena a los que en su maldad tu Reino quieren derribar.
Eso es todo, nuestra misión está dada por el Señor y es tratar de ser fieles hasta el final.
4. Subsidios litúrgicos
1) Confesión de pecados: Señor, todopoderoso y eterno Dios, te pedimos: Perdone nuestra culpa, nuestro egoísmo que nos hace pensar más en nuestros intereses que en la Proclamación de tu Reino y en la búsqueda de la Justicia. Perdónanos y danos un corazón libre para poder servirte y servir a nuestro prójimo. Regálanos el Espíritu del amor. Escúchanos por medio de Jesucristo quien contigo y con el Espíritu Santo nos liberan de la mentira y la falsedad. Dios todopoderoso. Tu eres el Señor del Tiempo desde el principio hasta el fin, por los siglos de los siglos. Amén.
2) Oración de colecta: Señor, Santo Dios y misericordiosísimo Padre te pedimos: Ayúdanos a realizar tu Voluntad. A hacer lo que tu nos has rogado, cuando dijiste: El que quiera ser el mayor entre ustedes, hágase el servidor de todos. Ilumina nuestra mente para saber como realizar lo que nos pide y no buscar nuestra tranquilidad, sino la bendita intranquilidad preocupándonos de nuestros hermanos. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesús. Amén.
3) Oración de la Iglesia: Señor, eterno Dios, todopoderoso, tu has llegado a nosotros por medio de tu Hijo Jesucristo. Tu nos instruyes y nos consuelas por medio del poder de tu Espíritu Santo. Señor, te damos gracias por todo lo que nos das. Por tu misericordia y tu permanente perdón, que nos recoje cada vez que caemos. Somos débiles, pero así tu nos has llamado y nos has dado la misión de proclamar tu mensaje de Vida, de Amor, de Esperanza, de Salvación y Justicia.
No nos dejes caer en la tentación de abusar de los dones que nos has dado y tratar de sacar provecho personal, olvidando así a los hombres que nos esperan sedientos de justicia.
Necesitamos tu ayuda, necesitamos tu iluminación para poder ver con claridad y poder hablar en el tiempo preciso, que no es justamente el tiempo que el hombre encuentra más adecuado. Danos la fortaleza de ser inoportunos cuando debamos serio. Echa afuera el miedo que nos coarta y no nos deja confesarte y nos hace torcer tu Palabra para ser aplaudidos por los hombres. Ayúdanos a ser entrometidos, cuando se trata de la falta a los derechos de los otros hombres. Cuando no se respeta a tu Creación. Necesitamos tu Santo Espíritu que nos da el consuelo y la fuerza para poder actuar. Tu nos elegiste, danos pues la fuerza para proclamar tu Evan¬gelio. Amén.
4) Oración de postcomunión: Te damos gracias, buen Señor, porque nos has alimentado con tu Cuerpo y con tu Sangre. Cuerpo que dejaste destrozar en la cruz por amor a los hombres, especialmente a los más necesitados, a los más angustiados. Sangre que se desparramó por la tierra y la penetro para ser parte de ella. Necesitamos tu compañía para que nos muestres cual es el camino que debemos seguir, como se lo dijiste a los Doce antes de enviarlos a la misión. Necesitamos conocer tus pasos para seguirte y danos tu Amor para que podamos amar a los que nos buscan buscándote. Gradas por esta vida compartida, por saber que nos has llamado para ser instrumentos fieles. Utilízanos aunque seamos débiles y cobardes. Amén.