Prédica: Colosenses 4.2-6 – Colossenses 4.2-6
Autor: Jürgen Denker
Data Litúrgica: Domingo Rogate
Data da Pregação: 11/05/1980
Proclamar Libertação – Volume: V
I — Estructura y forma
Hay dos verbos principales, en modo imperativo: perseverad (v2) y andad (v5). Todos los demás verbos se encuentran en Ia forma de participios o infinitivos o dependen de pronombres o conjunciones; por Io tanto explican el sentido de estos verbos principales. Los imperativos encabezan Ia cadena, les siguen participios y Ia cadena termina con oraciones que señalan una finalidad (traducción de Reina y Valera):
1 . Perseverad
– velando con acción de gracias
– orando por nosotros
– para que el Señor abra
– para que Io manifieste.
2. Andad
– redimiendo el tiempo
– la palabra a. con gracia b. con sal
– para quesepais
Ante los saludos finales los imperativos nos señalan que Ia perícopa es parenética. Así no quieren exponer un pensamiento doctrinario sino, se refieren a Ia acción de los cristianos. Pero no son exhortaciones generales, sino que se refieren a situaciones concretas.
II – Observaciones exegéticas
Lucas no se cansa de destacar ia unanimidad de Ia comuni-dad de Jerusalén que persevera en Ia qración (Hechos 1, 14;4,6). En Hechos 2,42 menciona los signos de la Iglesia: Ia doctrina apostólica, Ia vida comunitária, los sacramentos y Ia oración, en los cuales Ia comunidad persevera. Así, Ia oración a Ia que se refiere el autor de Col será Ia oración comunitária. No da un consejo para Ia oración individual.
En 3,18ss el autor habla de los diferentes deberes de los miembros de Ia família y así se entiende, que ahora se refiere a los deberes de todos en su propia comunidad, Ia iglesia, especialmente en el caso de que existan comunidades de base en esta zona (Col 4, 15).
La palabra velar evoca Ia asociación de Ia expectativa escatológica (compare Mt 24,42), Ia cual se hace sentir en vigílias como hace pensar l Tes 5,1ss. Creo que el autor de Col está pensando en reuniones de oración, de noche; en estas se agradece Ia presencia del Señor. El agregado con acción de gracias modifica la asociación de expectativa escatológica. Pues Ia acción de velar no se extiende hacia el porvenir, sino hacia el don entregado a Ia comunidad, hacia el hecho consumado. (No creo que haya suficiente razón para pensar en Ia celebración de Ia eucaristia).
Una cadena de oración no solo es acción de gracias, sino también intercesión. Así, en forma natural en los vv 3 y 4 el autor agrega Ia solicitud que los Colosenses también oren por él. Pablo está privado de su libertad (perfecto resultativo). Las dos cláusulas con Hina pueden señalar o el contenido o Ia finalidad de tal oración. La primera pide que Dios le de a Pablo una oportunidad (así puerta de Ia palabra, no boca como hace pensar el paralelo en Ef 6, 18-20) para Ia proclamación del evangelio; Ia segunda frase pide por Ia manera adecuada de tal predicación. No es claro si el debe se refiere a Ia voluntad divina o a Ia capacidad o mentalidad de los oyentes que obliga a hablar de una manera definida. Tal coordinación de los dos HINA dependiendo ambos del verbo orar (y no de abrir, o estar preso) me parece ser Ia solución más clara. La paradoja de proclamar el mistério es Ia de Ia revelación (compare Mc 4, 10ss). En los vv 2-4 el autor no da algunas recomendaciones generales acerca de Ia oración, sino que se refiere a una actividad comunitária concreta. Para esta recomienda dos temas: Ia acción de gracias por Ia salvación de Cristo y Ia intercesión por Ias oportunidades evangelizadoras de Pablo privado de su libertad.
Una comunidad de oración no se encuentra unicamente por sus propias necesidades sino se dirige al mundo que Ia rodea. Una de sus finalidades es Ia evangelización. El autor prepara este tema por un lado por el uso del término misterio, pues este presupone a aquellos que no están iniciados, a los de afuera, y por otro lado por Ia petición que oren por las oportunidades evangelizadoras. Como Ia evangelización no es Ia modalidad de Ia oración, sino otra actividad, el autor comienza puevamente con un imperativo. De tal manera deja en claro que Ia dinâmica de evangelización se basa en Ia oración comunitária sin confundir Ia oración misma con una oportunidad evangelizadora como se puede observar en Ia estratégia misionera de algunas sectas.
La exhortación de andar sabiamente tampoco es una recomendación general, sino piensa en Ia situación misionera de cada cristiano que por su manera de acción da testimonio de su fe que está en él, hacia los que están afuera, a los no creyentes. Sabiamente nuevamente hace ver Ia relación entre evangelización y vida comunitária. Pues Ia sabiduría es un don del Espíritu Santo (Col 1, 9) por Ia cual se conoce Ia voluntad de Dios (Col 1, 9s. 28) – y es en Ia oración comunitária donde se busca conocer Ia voluntad de Dios. Dentro de esta voluntad – el participio continua el imperativo, pero está subordinado – hay que aprovechar de todas Ias posibilidades y oportunidades. Redimiendo el tiempo seria mejor traducido por aprovechad Ia oportunidad tal como un buen comerciante no produce una escasez artificial sino que provee a Ia población de los bienes que esta necesita en su tiempo.
El medio principal de Ia evangelización es Ia palabra. Esta debe observar dos critérios: a. con gracia señala que Ia palabra no debe producir un endurecimiento del corazón; b. sazonada con sal indica que Ia palabra no debe disimular Ia verdad. El infinitivo siguiente es epexegético, resume estas dos normas. La palabra evangelizadora no siempre es igual, sino que debe corresponder a Ia capacidad, disposición y mentalidad del oyente.
III – Reflexión
La perícopa Ilama a Ia acción de oración y evangelización por parte de los cristianos. No es un texto de reflexión. Y en este hécho radica Ia dificultad, pues quiere ser puesto en práctica y no en reflexión. En este sentido Ia predicación no es acción y de tal manera muchas veces convertimos Ia predicación parenética en predicación dogmática. Si mantenemos la estructura parenética de Ia perícopa vá a presentarse el problema de Ia ley y evangelio, es decir, como predicar para que el oyente vaya a casa entusiasmado con Ias perspectivas que le ofrece Cristo y no que vaya desalentado por tantos deberes.
Observo tres lineas referente a Ia oración en Chile. Por una parte existe confianza en Ia oración y su poder. No se hacen oir fuertemente Ias dudas acerca de Ia oración y su fuerza. Por otra parte muchas veces no hay hábitos arraigados de oración. En tercer lugar, en grupos evangélicos, Ia oración muchas veces es individual aunque se ore en reunión comunitária. Así que corresponde reflexionar no tanto sobre Ias dudas y dificultades que encontramos al orar, sino más bien sobre Ia praxis de oración, y Ia perícopa nos da Ia pauta de una oración que presupone hábitos de oración y ai mismo tiempo incorpora Ia petición por el bienestar del indivíduo en el que hacer de toda Ia vida comunitária. Naturalmente, nadie está obligado a imitar los hábitos aqui aludidos. Esto seria un legalismo abíblico.
Se puede hacer ver como Ia intercesión comunitária produce una mayor sensibilidad por Ias necesidades de los otros. Normalmente es fácil acordarse de Ias necesidades de otros del mismo grupo o del mismo nível socioeconómico. Pensando en otros niveles, Ia intercesión se hace más difícil. Es así como Ia vida de aquellos queda fuera de Ia preocupación o del interés de los que asistan al culto. (Y los prejuicios frente a otros grupos se encuentran en cualquier grupo o nível). Muchos no saben de Ias circunstancias vítales en que viven los demás ni pueden imaginarselas. Yo por Io menos observo un gran desconocimiento de Ia vida que Ilevan los seres humanos de otros niveles de Ia sociedad chilena. Así, Ia reflexión sobre Ia posibilidad de Ia intercesión nos muestra Ias faltas de Ias vidas nuestras. Es claro que no se puede ni debe usar Ia oración como medio de concientización. No hay que confundir estas dos acciones. En Ia oración hablamos con Dios. Pero al hablar con él, él nos hace ver en que fallamos. Y de tal manera, cada oración, si, incluye elementos de concientización. Al interceder por los otros nos damos cuenta de sus necesidades y de tal manera Ia oración puede preparamos para Ia acción evangelizadora que debe considerar Ia situación de los de afuera. Es el argumento racional con que se unen oración y evangelización, que – según estimo – no hay que pasar por alto. Pero es claro que tampoco debe faltar Ia promesa de Ia oración, de que Dios mismo prepara a su pueblo indicando caminos y dando aliento y fuerza para la tarea tan difícil de hacer creer a Ia raza humana en Ia locura de Ia cruz. Así Iey y evangelio se dan en el mismo acto de Ia oración. El que quiere puede interpretar tambien Ia palabra con acción de gracias como referencia al evangelio.
Entre los evangélicos en Chile, todos los aspectos posibles de Ia disposición evangelizadora se hacen presentes, desde Ia falta de Ia misma hasta una acción muy agresiva. Las palabras al predicar sobre esta tarea dependerán mucho de Ia situación de Ia misma comunidad a la que hay que dirigirse. Pues en casos en que falte tal disposición hay que despertar y fomentar tal conciencia de responsabilidad para con los de afuera. Y en casos en que existan métodos muy agresivos de evangelización talvés haya que reflexionar intensivamente sobre Ias palabras sabiamente y aprovechad Ia oportunidad. Es bueno si queda clara siempre Ia meta: La evangelización no es Ia integración del individuo en Ia denominación del que evangeliza sino que es guiar a Ia confianza en Jesús, salvador del mundo (comp. Fil 1,15-18)..
Me imagino que muchos son tímidos e inseguros; talvés tienen una disposición para Ia evangelización. Pero no se sienten capaces, capacitados, temen hacerla mal. Y Ias palabras sabiamente, aprovechad el tiempo, con gracia y sazonada con sal son palabras que dan mucha responsabílidad a Ia persona evangelizadora. ¿Cómo puede un ser humano estar seguro de que tal o cual palabra sea Ia adecuada en un momento dado? Puede agravarse tal inseguridad al tener una conciencia clara de que aqui se trata de vida y muerte, de Ias cosas más básicas del ser humano. Es una libertad y responsabilidad muy grande y Ia disposición humana tiende a preferir Ias indicaciones precisas qué hacer y como actuar cumpliéndolas sin querer hacer uso de fantasias e imaginación. Así, esta libertad y responsabilidad puede – como en tantos casos – convertirse en una carga para aquellos a quienes les falta Ia confianza. ¿Y quién no conocería esta falta de ánimo? Pero por otra parte esta responsabilidad y libertad puede enriquecer toda una vida. Pablo mismo podría ser un ejemplo. Así también en Ia reflexión sobre el comportamiento evangelizador no faltará el aspecto consolador, alentador y ojalá liberador de Ia predicación parenética del Nuevo Testamento
IV — Para el culto
Como es el texto para el domingo Rogate creo que una manera de predicar rectamente este texto es Ia de Ia preparación cuidadosa de Ia liturgia, especialmente de Ias oraciones. Talvés es posible informar sobre un proyecto concreto de evangelización o misión y rezar por este en sus diferentes aspectos. Donde no existen grupos de oración el predicador podría comenzar su sermón con una referencia a esta experiencia; donde existen se dan muchas posibilidades de entrar en el tema del sermón. De todos modos el predicador debe darse cuenta no solamente de Ia situación de su comunidad sino de Ias metas próximas, p. ej. si quiere impulsar Ia formación de un grupo de oración y misión. Como Ia perícopa parece hablar de Ia reunión de toda Ia congregación no hay que olvidarse que los cultos mismos, aunque no todos, deben tener esta estructura. La pregunta por Ia identidad quienes somos introduce una de Ias características de Ia comunidad de Jesús que señala Lucas: Ia oración comunitária, en Ia que se da Ia acción de gracias y de intercesión. Y Ia pregunta por Ia meta para qué somos tal comunidad introduce Ia tarea evangelizadora de los cristianos.