Prédica: Isaías 54.7-10
Autor: Jürgen Denker
Data Litúrgica: Domingo Laetare
Data da Pregação: 01/04/1984
Proclamar Libertação – Volume: IX
I — Asociaciones
1. Un día un amigo chileno me conto que tenia que ir a São Paulo. Era un viaje sorpresivo. Mi amigo, de un barrio marginal, me preguntó se tenia algunos contactos por allá. Me explico que su hermana había sido abandonada por su marido. Este se habria ido a São Paulo. Pero no conocía Ia dirección de él. La mujer, sola con el hijo, necesitaba de su companero, sola no podia hacer frente a Ia vida. La familia de ella observaba sus penurias, hasta que un dia no aguantó más y tomo una decisión. El tío iba a ofrecer el trabajo de taxista a aquel marido que se había escapado. Pero, ¿cómo comunicarse con él? Lo único que sabia era que vivia en São Paulo, uno entre doce millones. Sin embargo, mi amigo estaba dispuesto a viajar en bus a buscarlo. Viajo para emprender una misión imposible. Pero Ia maravilla se hizo efectiva. Dentro de três dias dio con el marido. Y este se arrepintió, arreglo sus asuntos, volvió a su pátria y família y hoy está trabajando como taxista.
2. Hay muchos que piensan tener a Dios a su lado al poseer suficiente plata y bienes. El que tiene plata y bienes se siente seguro, es alegre y sin temor como si estuviera en medio del paraíso. Y aquel que no tiene nada, este duda y se desespera como si no pudiera saber de ningún Dios. Uno va a encontrar pocos de buen animo que ni están tristes ni lamentan al no tener plata y bienes. (Martin Lutero)
3. La gracia es más que un don. La gracia produce vencedores. Tiene Ia forma del a pesar de…: Se realiza a pesar de Ia separación y alienación… Esla reconciliación del yo consigo mismo. Es el volver a aceptar aquello que ha sido rechazado. Transforma Ia fatalidad en un destino con sentido. La palabra gracia incluye Ia noción de victoria. A pesar de que se hizo poderoso el pecado, Ia gracia se hizo aún más poderosa. (según Paul Tillich)
II — Interpretación
Se puede subdividir el texto según los giros finales del v 8 y 10: dijo Yahve tu redentor-dijo Yahve tu amante. Ambas partes son una promesa. La primera se refiere a Ia situación actual de exilio, experimentado como ausência de Dios por el pueblo de Israel. -La segunda promesa recurre a Ia memória. La mención de los dias de Noé tiene Ia función de asegurar Ia estabilidad del amor divino. Es verdad que en los vv 7-8 no se menciona Ia situación del exilio. Tampoco se alude a una esperanza histórica concreta, p. ej. el auge de Ciro. Por eso Begrich data estas palabras en el primer período de Ia acción de Deuteroisaias. El lenguaje es tal como en los salmos — desligado de una situación vivencial determinada. Si no fuera por el contexto de todo el libro de Deuteroisaias, no podríamos hablar de Ia situación de! exílio. Más aún — teóricamente todas estas palabras podrian referir-se a Ia situación de un indivíduo que experimenta Ia desgracia que le toco vivir como ausencia de Dios. El contexto sin embargo habla de Dios e Israel en Ias imágenes de marido y mujer abandonada a Ia cual el marido promete volver. 54.5 señala a Dios como marido y redentor de Israel y en forma quiastica estas palabras son retomadas en v 8 (redentor) y v 10 (amante). El puente entre v 6 y v 7 está establecido por Ia voz abandonar. Así en el contexto Ias promesas de 7-10 aparecen como los juramentos del esposo que se arrepienta volviendo a su mujer y prometiéndole fidelidad eterna.
Se ha dicho que los oráculos salvificos o consolatorios son el reflejo de Ias lamentaciones. En Salmo 30,8 tenemos el reflejo de Ia experiencia de Ia ausencia de Dios y en Lamentaciones 5,20 el clamor por el abandono que Dios hace de su pueblo. En el Salmo 88,13ss podemos leer como Ia situación de angustia es experimentada como un escondite de Dios que hace sentir su ira al hombre que eleva su clamor hacia Yahve. Tomando lá lamentación como trasfondo de este oráculo salvifico Ias palabras de Isaias 54,7-10 se hacen más plásticas. Hablan de Ia experiencia de Dios, de su escondite y abandono y de su pronto regreso. La situación vivencial en Ia existencia concreta es como un segundo trasfondo que apenas se hace visible. Podemos suponer que es Ia situación de necesidad que provoca el clamor y Ia respuesta en el oráculo salvifico. Pero es Importante que Ia reflexión no gira alrededor de Ia situación de ta vida diária, sino alrededor de Ia manera como esta situación es experimentada e interpretada a Ia luz de Ia vida con Dios; no vamos a cometer el error de separar Ia situación y Ia reflexión, pero, si, insistimos que Ia reflexión no se mantiene en un plano horizontal, sino que es teológica. ¿Qué significa Ia situación actual? Qué podemos esperar? ¿Qué significa esta esperanza? Situación y sentido van inseparablemente unidos en Ia percepción de Ia realidad.
En los vv 9-10 el profeta hace referencia a los tiempos del pacto de Noé. Deuteroisaias no recurre al gran fondo de Ias experiências históricas de su pueblo Israel, como es de esperarse, sino recurre a Ia historia universal. Sin embargo, dentro del marco de Ia teología de Deuteroisaias esta referencia no sorprende pues el profeta tiene un horizonte más universal; Ia creación y el concurso de los gentiles al Sión al final de los tiempos son temáticas destacadas del predicador. Uno puede especular sobre los motivos de pasar por alto Ia historia propia. La experiencia de Ia ausencia de Dios en Ia historia pasada tal vez no aconsejó referirse a un tema que muy facilmente podia renovar Ias dudas. Y sin lugar a dudas Ia palabra consolatoria pretende implantar en los oyentes Ia seguridad de un Dios benévolo y misericordioso. El ejemplo de Noé tiene Ia ventaja de combinar Ia historia con hechos que cada dia son experimentados como tales, sin variación ni modificación.
III — Reflexión
El tema de Ia respuesta divina es el real o supuesto abandono de los exiliados por Dios. De esta manera estamos en medio de muchos problemas del hombre moderno. ¿Cómo puede creer en Dios si todo parece ser resultado del trabajo, del esfuerzo y de Ia inteligencia humana? Asi perguntarán algunos, otros dirán: ¿Cómo voy a creer en Dios, si no sé quê comer hoy, si pierdo mis hijos por desnutrición, si no encuentro trabajo, para sentirme digno y útil en esta sociedad?'' Me parece que Ia posición de muchos de nuestros vecinos es similar a Ia siguiente afirmación: Si existe Dios, no Io sé. No me importa. Lo que, si, sé, es que se ha retirado. Se ha olvidado de nosotros como el marido que ha abandonado a su mujer.
La queja es del hombre que desespera de su destino. Para los cristianos de hoy es muy grande Ia tentación de buscar una solución en alguna acción tendiente a remover los obstáculos materiales de una vida llena de esperanza y alegría. Pienso que nuestro texto deja en claro que Ia respuesta cristiana no puede ser meramente de orden material, porque el problema también es espiritual. La falta de trabajo p. ej. deja sin perspectiva, y Ia falta de perspectiva sin ánimo de superación. Esta misma perdida de esperanza puede producirse igualmente en una vida acomodada. Se pierde Ia esperanza y deja de luchar, de peiear, sea como pobre apático, sea como ser humano que tiene un acceso bastante fácil a Ias cosas. Así tampoco encuentran sentido a sus vidas.
Nuestro texto hace sentir el clamor por Ia presencia de Dios y de tal manera el espírito de lucha, el deseo de luchar por una comprensión satisfactoria a Ia vida, sea de Ia comunidad, sea de sus integrantes. Creo que es importante que destaquemos este clamor de busqueda de Dios en medio del abandono, porque abre Ia perspectiva a Ia resistência contra aquellos que pretenden aplastar al ser humano. Por el otro lado. este clamor y esta búsqueda de Dios dejan ver más allá del horizonte de Ias necesidades, penúrias y lamentaciones de cada dia, y por el solo hecho de mirar más allá de Io apremiante libera de Ia tentación o ceguera de enredarse en Ias sinsalidas de Ias situación. Gente con perspectiva sabe poner Ias cosas en su lugar.
Pienso en aquella supuesta palabra de Lutero: Plantaria un manzano aunque supiese que el mundo se acabase mañana.
Con esta calma, pienso, uno no se pierde en Ia situación que es tan apremiante y sin esperanza. Lo que concierne última e incondicionalmente es Dios y no Ia situación aplastante. La meta de tal insistencia no es un falso consuelo, sino que es dar aliento para tomar ánimo y así encarar Ia vida tan dura. Me parece que esto es también intención de Ia palabra profética.
Igualmente cada ser humano transmite consuelo en ciertos gestos, y en Ias palabras que los acompañan. Recoger al amigo angustiado en sus brazos y consolar-lo no cambia el mundo adverso, Pero, si, Ia manera de enfrentarlo.
¿Cómo podriamos los cristianos consolar en forma responsable si no estuviéramos seguros de Ia realidad de Dios dentro y más allá de Ia situación apremiante? La imagen del pueblo abandonado evoca Ia imagem de Cristo en Ia soledad de Ia cruz, abandonado por su pueblo, sus amigos y Dios. Es el abandono más profundo que Jesus sufre, y de tal manera el es hermano de todos los que sufren Ia soledad. Pero también él es Ia garantia de que Dios cumple con su palabra promísoria. Muerte y resurrección de Jesús son el fundamento de toda acción consolatoria del ser humano. De ahí se deriva su responsabilidad (su acción, gesto o palabra que responde).
IV — Predicación
El texto es una prédica en si. Las palabras son eficaces por si solas. De tal manera una prédica parece demás. ¿Esta no destruiría el poder que irradia nestas palabras? Me parece que el problema homilético fundamental impuesto por este texto es encontrar un lenguaje en que el texto no quede aplastado. El sermón deberá dejar sentir Ia preocupación pastoral y Ia lucha por una conciencia consolada.
Seguramente muchos van a encontrar difícil el giro por un breve momento. Pues para muchos Ia experiencia del abandono de Dios se prolonga. Breve y largo son juicios relativos. Lo que es largo para uno es corto para otro. Normalmente el tiempo se hace más breve si alguien espera fervientemente, y se hace más largo si permanece en apatía. No creo que hay convencer a nuestros oyentes que realmente es poco el tiempo que Dios parece abandonar a sus criaturas. (Historicamente Ia afirmación en Isaias es bastante cuestionable.) Si logramos transmitir Ia confianza en que a los que aman a Dios todas Ias cosas les ayudan a bien (Romanos 8,28), hemos cumplido con Ia intención del texto.
El sermón podría bosquejarse de Ia siguiente manera:
1. Experimentamos el abandono por Dios.
2. El clamor y Ia respuesta divina nos hacen ver más allá de Ia situación sin salida.
3. Cristo es Ia garantia que Dios cumple con su promesa.
4. A partir de Ia vida con Cristo estamos llamados a consolar a nuestros hermanos.
V — Subsidios litúrgicos
1. Confesión de pecado: Padre, Ia angustia nos ha agarrado. Nos hace callar, donde deberíamos hablar, nos hace inactivos, donde deberiarnos actuar, nos hace exigir, donde deberíamos servir, nos hace desarrollar actividades donde deberíamos escuchar y contentamos. Siempre buscamos justificar Io que hacemos, porque tememos ser avergonzados. Confiamos en nuestra fuerza tan débil, y despreciamos tu gracia tan poderosa. Nos comportamos como si no estuvieras presente. Perdónanos, Senor, y ten piedad de nosotros.
2. Proclamación de gracia: Por un breve momento te abandone, pero te recogeré con grandes misericordias (Isaias 54,7).
3. Oración de colecta: Padre, nos parece tan difícil hacer experiencias auténticas contigo. Pareces estar tan lejos. Sin embargo, estamos reunidos aqui porque esperamos una palabra de aliento de ti, una palabra que nos clarifique el panorama. Te Io pedimos por médio de tu Hijo que vive y reina contigo y con el Espiritu Santo, siempre un solo Dios por los siglos.
4. Acerca de Ia oración general: Se puede pedir por que Dios se deje encontrar y se vuelva a todos aquellos que piensan quedar desamparados por él, es decir a todos los que vivem en miséria, a los que están sobrecargados de trabajo, a los que se aburren de Ia vida, a los que sufren por Ia rutina de Ia vida diária, y a aquellos que se encuentran en una gran soledad. También hay que agradecer por tantas ocasiones en que Dios se ha dejado encontrar, por el consuelo mutuo brindado por los hermanos, y en especial por Ia muerte y resurrección de Jesús como fuente y fundamento de toda confianza.
VI — Bibliografia
– BEGRICH, J. Studien zu Deuterojesaja. München, 1963.
– RAD, G. von. Teologia, del Antiguo Testamento. Vol. 2. 2a ed. Salamanca, 1973.
– ROTHENBERG, S., ed. Christ sein heute und morgen. Konstanz, 1981.
– WESTERMANN, C. Das Buch Jesaja — Kap. 40-66. Das Alte Testament Deutsch. Vol. 19. 2a ed. Göttingen. 1970.